Grito Desde El Silencio: ... Porque Razones Me Sobran ...

Me llamo Damarys, soy cubana, soy madre, soy mujer. Cargo con decenas de historias dolorosas, conflictos mal resueltos, decisiones a medias y suenos frustrados, pero siempre acompanados de un raudal de coraje y de una conviccion bestial de no dejarme vencer. Tengo el corazon encendido porque por mis venas corre tierra, llanto, rabia. Traigo el fuego y el teson de mis ancestros africanos, la inocencia del indio, la terquedad y el orgullo del espanol y el dolor de mi gente que dia a dia lucha por sobrevivir. Soy el resultado de un pais unico y raro, de una familia complicada y "sui generis" y de mis propias (y a veces ingenuas) osadias. Mi vida gira alrededor de mi familia, de una forma u otra siempre ha estado condicionada por las personas que me rodean mas cercanamente y que indiscutiblemente han tenido y siempre tendran (para bien o para mal) un efecto poderoso en mi. Naci en noviembre de 1972 en Bolondron, un pequeno pueblo de la provincia de Matanzas. Mi padre tenia 24 anos y mi madre 16. Fui la primera hija, recibida con agrado por parte de ella, aunque con disgusto por parte de mi progenitor que esperaba un varon. La miseria nos siguio de cerca durante toda mi ninez, aunque esa no es la parte mas triste que recuerdo de mi infancia... Dos meses antes de cumplir los tres anos nacio mi hermana Keila, y juntas intentamos sobrevivir a una vida azarosa. No podria dejar de mencionar que mis padres eran devotos "Testigos de Jehova" (cada uno a su manera) y basado en ese regimen nos criaron. Cuando tenia 13 anos nacio mi hermana Amy, una pequena que muy pronto descubririamos tenia limitaciones mentales. Cuando rememoro mi vida no puedo evitar sentir ese sabor amargo que nos dejan las tristezas, pero casi a la misma vez el sentimiento se torna en satisfaccion porque cada una de esas memorias es un recordatorio de que "lo que no nos mata, nos hace mas fuertes..". Alguien a quien recuerdo con mucho carino me dijo una vez tras "atropellar" a una mariposa amarilla con el parabrisas de su coche que en su pais encontrarse con una de ellas era sinonimo de buena suerte y tras guardar en un libro el "cadaver amarillento" intente conservar siempre la imagen de mi "mariposa amarilla" porque me propuse secuestrar a la "Buena Suerte" para ponerla a trabajar a mi favor....Si algo aprendi de la vida es que NUNCA debes sentirte comodo en el asiento de las victimas, debes luchar, sangrar, desgarrarte, lo que sea necesario, pero cambiarte a como de lugar a la fila de los triunfadores y eso lo comienzas a ser desde el mismo momento en que no te das por vencido.